Antes
que nada, quiero comenzar felicitando a la U, pues al campeón, primero que
nada, hay que reconocerlo antes que cuestionarlo; porque Universitario es un
campeón justo y legítimo. Dicho esto, puedo empezar a desmenuzar los factores
del logro crema. Y encuentro que, así como es innegable su mérito, también lo
es la inmensa fortuna que acompañó a los de Ate, incluso, desde antes del
inicio del Descentralizado 2013.
Defino
a la fortuna (o suerte) como los hechos que ocurren alrededor de uno y, en los
cuales, no se puede tener mayor injerencia (por ejemplo, andas en la calle sin
plata y te encuentras S/. 5 en el piso). Y estos son los sucesos afortunados
que acaecieron sobre el campeón
2013:
El salvavidas de Humala: Año 2012. Universitario, debido a las irresponsables
gestiones de años anteriores, estaba al borde del colapso económico. Cuando
parecía que no iban a poder afrontar la temporada, apareció el Gobierno con un
decreto de urgencia que ordenaba el congelamiento de sus deudas. Sin la
guillotina de la SUNAT encima, planificar el aspecto deportivo ya era posible.
La elección de Ángel Comizzo: La llegada del argentino no obedeció a una
planificación o un proyecto a largo plazo. La Administradora Temporal (AT) lo
eligió debido a sus accesibles pretensiones económicas. ¿Una prueba de la
improvisación? La contratación inútil de Mario Leguizamón, antes que la del
técnico. Sin embargo, literalmente, se sacaron la Tinka. El "Indio"
le tapó la boca hasta a los propios hinchas cremas.
¿Suerte de campeón?: Todo equipo, en una temporada, disputa varios
partidos cuyo trámite hace concluir que el triunfo pudo ser para cualquiera.
Cuando pasa eso, lo lógico es que algunos los ganes y otros los pierdas. La U disputó
muchos partidos de esa naturaleza y casi todos le fueron favorables. ¿Ejemplos?
Pacífico 0 - 1 U en Huacho, con el penal dudoso (que no fue el único en el año)
cobrado a Cristofer Gonzáles; U. Comercio 0 - 1 U, con el recordado autogol de
Reaños; Melgar 2 - 2 U, en aquel partido que fue suspendido cuando los
arequipeños estaban más cerca del triunfo y retomado semanas después por ocho
minutos.
Las malas gestiones de los
candidatos iniciales al título:
Si habían tres equipos llamados a ganar el Descentralizado, estos eran Cristal,
Aurich y Vallejo, por su solvencia económica y estabilidad institucional. Sin
embargo, los tres decidieron mal. Cristal rearmó mal su plantel luego de que
tres de sus figuras emigraran; Aurich apostó a muerte por la fórmula de Jose
Mari Bakero, que no dio resultados; Vallejo, una vez más, no eligió las piezas
adecuadas para un objetivo grande. Por ello, los dos finalistas fueron
planteles cortos.
Una liguilla cómoda: La U se pasó la liguilla esperando asegurar
matemáticamente la final porque no tuvo un competidor real. Esto le permitió
regular el uso de su plantel, una ventaja vital dado lo corto de este; a
diferencia de Garcilaso, que tuvo que echar toda la carne en el asador en las
últimas fechas para asegurar su presencia en el playoff, debido a lo disputado
de su grupo.
En
el fútbol, como en la vida, puedes tener suerte. Pero esta, sola, no te soluciona
nada. Puede ser el trampolín, pero si no te animas a dar el salto, de nada
sirve que esté ahí. Ese es el mérito de la U. Supo asimilar esa serie de hechos
afortunados y los convirtió en ventajas competitivas.
La
AT de Universitario equilibró el tema económico con algunas buenas decisiones
que marcaron la diferencia con respecto a las otras AT. Mientras que, por
ejemplo, la de Alianza Lima vendió a sus jugadores casi al primer postor, la de
Universitario apostó por mantenerlos, logrando así tener un plantel base (ya
con más experiencia) por dos años.
Que
el trabajo de Ángel Comizzo vea sus frutos tuvo que pasar por algunas turbulencias
que, normalmente en Perú, te llevan al despido. Luego de la goleada 4 – 0 sufrida
contra Sporting Cristal y el siguiente empate a cero ante Pacífico FC de local,
los hinchas exigían la cabeza del argentino y la prensa deportiva ya le buscaba
reemplazo. La AT –ya sea por evitar un costo económico o por convicción-
decidió mantenerlo y acertó.
Más
allá de que guste o no, Universitario mantuvo un estilo de juego casi
invariable durante el año. Volteó varios partidos -o los ganó en los últimos
minutos- gracias a la que considero su principal virtud: el trabajo físico. Eso
también le valió para tener buenos rendimientos (y algunos buenos resultados)
en ciudades de altura.
Universitario,
luego de obtener una racha positiva de triunfos, se vio, de pronto, disputando
los primeros lugares del Descentralizado y se la creyó. No le pesó. Es que, pese
a ser el segundo equipo más joven del campeonato, en puestos claves tenía
jugadores de experiencia (Galliquio, Antonio Gonzáles, Rainer Torres, Carvallo)
o jóvenes con ya varios años de recorrido (Duarte, Ruidíaz).
El
técnico Comizzo planificó correctamente el recambio de jugadores durante una
liguilla que se sabía casi ganada. De esta forma, logró que su mejor línea (la
volante de contención) llegue con todos sus integrantes en buena forma, desde “Toñito”
hasta Guarderas. Sin embargo, no pudo lograr el primer lugar del acumulado, por
lo cual tuvo que franquear todas las peripecias que pasó para salir campeón.
Lo
que se viene para la U es afrontar de la mejor manera la Copa Libertadores 2014
(sin volverse locos y romper el chanchito) y a Indecopi acelerar el proceso que
permita la entrada de las Juntas de Acreedores a los clubes, para que, ahora
sí, deban afrontar las próximas temporadas cumpliendo con todas sus
obligaciones, sin protegerse en burbujas económicas que, para efectos prácticos,
son una ventaja con respecto a los clubes que siempre cumplieron las reglas.
Para
darle un toque cómico a modo de cierre, les comparto un meme que, hoy por hoy,
resulta ser una joda del destino para su autor:
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