Terminada la quinta fecha de las eliminatorias sudamericanas al mundial
Brasil 2014, ya se empiezan a hacer cálculos acerca de qué selecciones se
perfilan para clasificar, cuáles son las que se verán obligadas a bregar duro
para conseguir el ansiado objetivo y quiénes serán los primeros en decirle
adiós al sueño.
Cierto es que, al margen de lo crédulo que puede ser llevar una
calculadora al lado para realizar cálculos matemáticos, es necesario –de todas
maneras- hacer unas cuentas mínimas para presupuestar el puntaje total a sumar.
Conceptos básicos: ganar todo de local (o casi todo) y robar la mayor cantidad posible
en territorio extranjero.
En detalle: El total de encuentros a disputarse en esta versión de la eliminatoria
–singular por tener a nueve participantes, un número impar, cuando en ediciones
anteriores ha tenido diez, sumándole a los actuales competidores al actual
anfitrión Brasil- es 16, divididos en ocho partidos de local y ocho de
visitante.
El promedio de puntos que sumaron los equipos clasificados en los últimos
puestos que daban el cupo al mundial (cuarto –último directo- y quinto, que da
un boleto al repechaje) en los procesos que se llevaron a cabo en este formato
denominado “todos contra todos” es de 24 aproximadamente. Y esa es la cantidad
de puntos que debería presupuestar un equipo si quiere asegurarse un espacio en
el la máxima competición de fútbol.
¿Cómo sumar esa cantidad de puntos? La experiencia indica que gran
porcentaje de la sumatoria final debe haberse obtenido jugando en su ciudad,
con el apoyo de su gente. En esta versión rumbo a 2014, cada combinado debe
ejercer la localía en ocho oportunidades. Sabiendo que cada partido ganado
equivale a tres puntos, bastará que se gane el 100% de estas disputas para
conseguir el objetivo sin sobresaltos.
Sin embargo, no se recuerda a equipo alguno logrando tal propósito de esa
manera. Hasta el más pintado ha perdido puntos en su fortín. Brasil, por
ejemplo, la eliminatoria anterior cedió empates como local ante Colombia,
Argentina, Bolivia y Venezuela. ¡Casi la mitad! Argentina, en el proceso hacia
el 2002, donde realizó una campaña excepcional, cedió puntos ante Paraguay. Un
país que le saca el máximo provecho a su localía, como Ecuador, tuvo que robar
algunos puntos de visita para clasificar a Alemania 2006, debido a que empató
en Quito contra Perú y Uruguay, la mejor selección sudamericana de la
actualidad, y que ya perdió dos puntos al empatar con Venezuela.
Más allá de que Brasil y –quizá- Argentina no necesitaron de cálculos
para dar por descontada su clasificación, las demás selecciones, por mostrar un
nivel parejo e inferior a los antes mencionados (aunque ahora se podría sumar a
aquellos Uruguay), si requieren de ello con fines estratégicos.
Teniendo, entonces, como rivales a selecciones de talla mundial en la
lista de contendores, los equipos “ordinarios” pueden pensar en ceder puntos
hasta en dos partidos (no olvidar que Brasil no compite). Con este descuento,
el cálculo del puntaje de local sumaría 18, si se pierde los dos, o 19 si se
empata uno y se pierde el otro.
Ello hace necesario que se piense en no menos de cinco o seis puntos que
haya que “robar” en escenarios rivales, para recuperar la cosecha perdida en
casa y terminar teniendo los mismos 23, 24 o 25 puntos que siempre se han
necesitado para alcanzar el logro: Uruguay, para el 2010, con 24 puntos, para
el 2006 con 25 puntos, para el 2002 –excepcionalmente- con 27 puntos y Chile en
1998 con 25 puntos han sido los últimos clasificados de esta región.
Quedan trece fechas, once partidos para algunos, doce para otros. Será
una labor ardua para todos. Quien se encuentre mejor preparado y mentalizado
estará más cerca de cumplir sus objetivos.
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